El pájaro azul en los versos que nos inspiran
by pilar cámara
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bluebird comunicaciónEl pájaro azul en los versos que nos inspiran

Parece mentira, pero han pasado ya muchos meses desde que dimos la bienvenida a esta aventura que llamamos bluebird comunicación.

Es curioso, porque dudamos de muchas cosas, pero siempre tuvimos claro nuestro nombre. Teníamos que ser un pájaro azul, esa imagen recurrente en la poesía, ese símbolo de liberación que aparece en la obra, entre otros, de Alejandra Pizarnik, de Leopoldo María Panero, de nuestro querido Charles Bukowski, de quien tomamos el nombre y hasta la letra de nuestro logo.

Dejar el miedo atrás, cantar, volar alto… Siempre mediante la innovación y la creatividad, porque, precisamente, nuestra misión es esa: Conseguir que pymes, empresas, instituciones, fundaciones, ONGs, marcas y productos optimicen su posicionamiento deseado, a través de una fórmula de éxito basada en el trabajo y la profesionalidad. Sin olvidar nunca los versos que nos inspiran.

Como estos de Alejandra:

Llamé, llamé como la náufraga dichosa
a las olas verdugas
que conocen el verdadero nombre
de la muerte.

He llamado al viento,
le confié mi deseo de ser.

Pero un pájaro muerto
vuela hacia la desesperanza
en medio de la música
cuando brujas y flores
cortan la mano de la bruma.
Un pájaro muerto llamado azul.

No es la soledad con alas,
es el silencio de la prisionera,
es la mudez de pájaros y viento,
es el mundo enojado con mi risa
o los guardianes del infierno
rompiendo mis cartas.

He llamado, he llamado.
He llamado hacia nunca.

O estos de Leopoldo María:

Bello es el pájaro azul de la ruina
allí donde una reina en el espejo mira
y Blancanieves pregunta si yo existo.

O el cuento de Rubén Darío, uno de cuyos fragmentos dice así:

El pájaro azul era el pobre Garcín. ¿No sabéis por qué se llamaba así? Nosotros le bautizamos con ese nombre.

Ello no fue un simple capricho. Aquel excelente muchacho tenía el vino triste. Cuando le preguntábamos por qué cuando todos reíamos como insensatos o como chicuelos, él arrugaba el ceño y miraba fijamente el cielo raso, nos respondía sonriendo con cierta amargura…

—Camaradas, habéis de saber que tengo un pájaro azul en el cerebro, por consiguiente…

Garcín, representando a Charles Baudelaire y  Arthur Rimbaud, poetas malditos por excelencia, los penúltimos. Y el pájaro azul de su cerebro. La inspiración. La maldición y bendición de la palabra.

Y, por supuesto, Charles Bukowski:

hay un pájaro azul en mi corazón
que quiere salir
pero soy demasiado listo, sólo le dejo salir
a veces por la noche
cuando todo el mundo duerme.
le digo ya sé que estás ahí,
no te pongas
triste.
luego lo vuelvo a introducir,
y él canta un poquito
ahí dentro, no le he dejado
morir del todo
y dormimos juntos
así
con nuestro
pacto secreto
y es tan tierno como
para hacer llorar
a un hombre, pero yo no
lloro,
¿lloras tú?

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